Durante los primeros años de vida tanto la escuela como las familias juegan un papel fundamental en la transmisión de valores, normas, hábitos, rutinas y costumbres. Este conjunto de actitudes serán fundamentales para su desarrollo personal y social y en muchas ocasiones, tendrán un carácter persistente en el tiempo. Durante esta edad, comprendida entre los 3 y 6 años, el aprendizaje opera a través de dinámicas de refuerzo y castigo, y mediante conductas de imitación en figuras modelo.
Coincidiendo con la incorporación del niño al centro escolar, las conductas de imitación y aprendizaje concurren en varios contextos: en su relación con los progenitores y en el aula, que influye paralelamente a la acción de los padres. Por ello, la relación familia-escuela será esencial para un desarrollo armónico. Padres y profesores elaboran pautas de actuación conjuntas y coordinadas, encaminadas a favorecer la adquisición de hábitos básicos para su autonomía y desarrollo posterior.
Piaget (1967) decía: “Si para aprender física o lenguaje es necesario hacer experimentos y analizar
textos, para aprender a vivir en colectividad se necesita tener experiencias de vida en común”.
En definitiva, es fundamental la labor de la escuela en la formación de hábitos en los alumnos ya que en esta pasan mucho tiempo y no es suficiente solo con la intervención de las familias, lo ideal es una buena comunicación familia-escuela para servir como buen modelo para los alumnos y puedan aprender y desarrollar buenos hábitos.
Imagina que dos alumnas pegan a un compañero y le rompen su juguete ¿Cómo actuarías?
Ante esta situación lo primero que haría sería hablas con los 3 alumnos que han tenido el conflicto para escuchar la versión de cada uno de ellos, una vez los haya escuchado hablaría con las alumnas que han pegado al compañero preguntándoles: ¿por qué le habéis pegado a vuestro compañero si vosotras nunca pegáis? ¿cómo os sentiríais si os lo hicieran a vosotras? Después de intentar que reflexionen en lo que han hecho y en cómo se siente su compañero les diría: la próxima vez que queráis jugar con su juguete se lo tenéis que pedir correctamente para que os lo deje. Finalmente trataría de que dialogaran entre ellos y se disculparan.
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